Terra Alta

Terra Alta

Terra Alta es la más meridional de las zonas vinícolas de Cataluña, se encuentra entre los 300 msnm y los 600 msnm. Es una comarca de climatología y paisaje mediterráneo de secano pero con ciertas influencias continentales.

Definida por las cordilleras calcáreas del mediterráneo como la Serra de Pàndols i Cavalls y els Ports d’Horta de Sant Joan. Tenemos que remarcar la notable influencia que supone el pertenecer al valle del Ebro, pero también la gran importancia de los ríos Algars y Canaletes. Y por último la presencia de dos vientos que condicionan el día a día, el Cerç y la Garbinada.

Cómo comarca, la historia vitivinícola es casi milenaria, la Orden de los Caballeros Templarios, a través de los Costums d’Orta de 1296 y los Costums de Miravet de 1319 ya dejaron constancia del cultivo de la viña y la producción de vino en la comarca.

Como en casi todo el valle del Ebro y del mediterráneo las variedades de cultivo tradicionales mayoritarias son las Garnachas, Macabeo/Viura y Cariñena. Lo más curioso es que un tercio de toda la Garnacha Blanca en el mundo está en  Terra Alta, lo que supone un factor de reflexión.

Antes de la llegada de la tecnificación de las bodegas y la consecuente pérdida de  identidad, los vinos de Terra Alta se organizaban como:

• Verges (Prensados directos)
• Brisats (Maceración con pieles).

Era una clasificación famosa y la forma de entender el vino en la sociedad.

Otro dato curioso es que en el 1961, en la cooperativa de Batea, el 90% de la producción era vino blanco, hoy en día la cooperativa ha abandonado esa idea y se encuentra en 60 % blanco i 40 % tinto.

Lo paradójico del tema, es que a partir de la formación de la D.O. esta diferenciación se empezó a difuminar y viró hacia una nueva categorización basada en asociación entre la variedad autóctona y la zona como una idea conjunta.

A corto plazo era la decisión más inteligente, y hoy debemos agradecer que en tiempos de Chardonnays y Cabernets (obviamente, también los hemos vivido) su afectación en el territorio fuese “pequeña”. Y también debemos agradecer que toda una comarca viva o sobreviva de la agricultura y sobre todo del vino.

Comandados por Laureano Serres, la Terra Alta está resurgiendo de sus cenizas para mostraros todos su potencial calcáreo.

También hay algún proyecto de recuperación de un producto de patrimonio único como son los rancios. Hay algunos pequeños productores que están embotellando auténticas maravillas.