Costers del Segre

Costers del Segre

La tradición vitivinícola de las Tierras de Lleida se remonta a la época de los Íberos. Pero es durante el período de la romanización de las Tierras de Poniente cuando se introduce el cultivo importante de la viña. Llegó hasta el siglo XIX donde se contabilizaban cerca de 120.000 hectáreas de cultivo.

Desgraciadamente, la filoxera redujo drásticamente su cultivo, y al replantarse el viñedo se abandonaron muchas variedades tintas menos rentables.  Por lo que se perdieron prácticamente algunas cepas ancestrales como la Garrut, la Terret Negra, la Morastrell o la Mantó.

De hecho, no es hasta mediados del siglo XX cuando la acción emprendedora de algunas bodegas ejemplares como Castell del Remei y Raimat, entre otras, apuestan por renovar y ampliar de nuevo el cultivo de la vid y elaborar vinos con unos parámetros de calidad, lo que motivó la constitución en 1986 de la Denominación de Origen Costers de Segre.

El carácter interior, alejado del mar, ha hecho que durante siglos el área estuviera alejada de las vías de comercialización, resultando unos vinos con rasgos propios y característicos.

Innovaciones en las variedades de uva y en los métodos de producción. Fue el primer lugar de Cataluña donde se introdujeron las variedades de Cabernet Sauvignon, Merlot y Chardonnay, junto a las variedades autóctonas, y se adoptaron las técnicas californianas de vinificación.

El área de la denominación es diversa con características geológicas y climáticas cambiadas. El nexo de unión es la cuenca media del río Segre, entre el Pirineo y el Ebro, y también el clima interior, seco, alejado de la influencia marítima y marcado por una insolación elevada. Una pluviosidad escasa y persistente humedad de las nieblas de invierno. Las viñas son entre los 200 y 1.100m de altitud. El suelo es calcáreo recubierto de arena, con una gran uniformidad en toda la denominación.

Costers del Segre - Subzonas

• Segrià
• Raimat
• Artesa de Segre
• Urgell
• Pallars
• Vall del Riucorb
• Garrigues

Las subzonas de Artesa y del Pallars son las más septentrionales, con las viñas de mayor altitud e influencia pirenaica. Raimat, en el extremo oriental, tiene un relieve suave y clima continental. La subzona del Segrià, es característica de tierras de secano. Las Garrigues y los Valles del Riucorb son tierras áridas.