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La introducción de la Vid en Canarias data del siglo XV. Se tiene constancia de que la primera viña introducida en Tenerife fue plantada por Fernando de Castro, en 1497. La siguiente en El Hierro en 1.526 por John Hill.
La gran diversidad de las orígenes de los primeros conquistadores y colonizadores de las islas, se tradujo en la introducción de las mejores cepas de Europa.
A principios del siglo XVI, coincidiendo con la decadencia del cultivo de la caña de azúcar, los vinos canarios comienzan su exportación. Especialmente el Malvasía (conocido como «Canary Wine») que gozaba de una merecida fama como producto de lujo. Era servido en las mesas de las principales monarquías Europeas, de burgueses y nobles de Europa y Latinoamérica. Maestros de la literatura de la época como Shakespeare, Daniel Defoe, Góngora o Sir Walter Scott lo mencionan en sus obras.
A lo largo del siglo XVII los ingleses tratan de monopolizar el comercio de los vinos canarios. Esto provoca conflictos que alcanzarán su máxima expresión cuando un grupo de viticultores, a modo de protesta, derrama el vino de las bodegas inglesas por las calles de Garachico, en 1666. Desde este momento se tensan las relaciones con Gran Bretaña.
La erupción volcánica de 1706, que acabó sepultando el puerto de Garachico (principal puerto de exportación de los vinos de canarios), así como las plagas devastadoras de oídio y mildiu, en el siglo XIX, pusieron fin a este esplendoroso comercio.
Canarias cuenta con una extensión vitivinícola de más de 15.000 hectáreas, repartidas en diez Denominaciones de Origen, datando la primera de ellas en el año 1.985.
Existen diferentes clasificaciones de los tipos de suelo dependiendo de la edad de la lava.
Suelos de capacidad de uso elevada: se trata de suelos aptos para cualquier actividad agrícola, incluida la explotación moderadamente intensiva. Suelen situarse en las zonas de medianías. Actualmente la mayoría de estos suelos son sorribas, es decir, suelos traídos desde otras zonas de la propia isla.
Suelos con muy baja capacidad de uso: al encontrase sobre coladas recientes no suelen ser aptos para casi ningún tipo de cultivo.